En Immediate Revolution 360, defendemos la causa de la democratización económica. Afirmamos que las personas comunes deben acceder al mismo calibre de perspectivas de inversión que normalmente se reservan para inversores adinerados y experimentados.

Lamentablemente, el marco económico convencional no extiende sus privilegios al inversor medio. Navegar por el terreno de los activos financieros tradicionales exige una experiencia considerable. Además, un capital inicial sustancial suele ser un requisito previo para la mayoría de las empresas de inversión.

El espíritu del sector de las criptomonedas es garantizar la democratización de las finanzas. Sin embargo, los protocolos establecidos para la inversión en criptomonedas continúan marginando al individuo promedio. Los métodos convencionales de adquisición y protección de criptomonedas no solo son engorrosos, sino que conllevan un importante elemento de riesgo.

Una multitud de comerciantes también perciben el acto de apostar sobre la naturaleza errática de la criptomoneda a través de vías establecidas como una prueba engorrosa. Dicha especulación de volatilidad se lleva a cabo a través de intermediarios financieros expertos y abarca el manejo de instrumentos financieros complejos como los Contratos por Diferencia (CFD).